Post Semanal.

26 abril 2020

HABLEMOS DE ACTITUD.

Mi querido lector, el día que estoy escribiendo este post, cumplimos cinco semanas de confinamiento. Empiezo a observar, el cansancio generalizado y la sensación de apatía por la rutina, y la falta de acción en las vidas de las personas con las que hablo.

Todos nos hemos ido adaptando a esta situación, con horarios, actividades y rutinas con las que hemos ido intentando estar bien.

Pero ahora es el momento de dar el siguiente paso. La salida se acerca, y debemos establecer estrategias claras, para salir sin miedo y adaptarnos a nuestra nueva vida.

Para esto es fundamental trabajarnos la Actitud.

Ante un mismo acontecimiento, las personas reaccionamos de formas muy diferentes y por ello, las catalogamos de agradables o desagradables, según nuestra forma de percibirlo. Por ejemplo, el estar sentado, frente al mar, puede ser algo muy agradable para alguien y sin embargo, ser muy desagradable para otra persona, por tener que mancharse de arena para hacerlo.

Los acontecimientos que catalogamos como agradables, son los que nos generan algún tipo de placer y los que tachamos de desagradables, son aquellos que nos producen algún tipo de sufrimiento.

Y ¿de qué depende para que percibamos lo que ocurre de una forma o de otra? Depende de tu personalidad y de tu tendencia a ver la vida desde un punto de vista más positivo o negativo, la cual a su vez, depende de tus creencias y experiencias previas.

La personalidad, en su mayoría, se determina en nuestros primeros años de vida y si has estado rodeado de un ambiente, negativo y excesivamente protector, lo normal es que tu visión de la vida sea bastante negativa.

Debemos tener claro, que esto no es un defecto de serie, que no nacemos así y aunque muchas veces, pensamos que no podemos cambiar, tenemos la forma de hacerlo y reeducar a nuestro cerebro para cambiar nuestra forma de percibir los acontecimientos.

y nos preguntamos ¿ por qué es importante cambiar de una actitud negativa a una actitud positiva? A priori, las personas con actitud negativa, parece que se sientes cómodas en ese rol, es su estado de confort y salir de él , no es nada fácil.

Aquí es muy importante que entendamos que la actitud por definición, es la predisposición que se tiene al valorar una situación y ésta, provoca una reacción, mental, emocional y conductual.

Nos encontramos en un momento crucial en nuestras vidas, vamos a salir a una nueva forma de vivir, con una amenaza real a nuestra salud , y necesitamos retomar las actividades económicas y sociales para no renunciar a nuestra forma de vida. Esto requiere, de una adaptación muy profunda por nuestra parte, y debemos establecer estrategias claras, para poder hacerlo sin correr un gran riesgo o sin vivir bajo los efectos del miedo.

Ante este panorama, con una actitud negativa, nos resistimos a esta adaptación con las siguientes características de comportamiento:

  • Actitud Infantil, no quiero que esto esté ocurriendo y no me pienso adaptar.
  • Actitud pasiva.
  • Falta de aceptación, con el sufrimiento que conlleva
  • Comodidad.
  • Búsqueda continua de culpables
  • Baja autoestima por la incapacidad de salir adelante.

Con una actitud positiva, la mente está en continua búsqueda de opciones de adaptación desde el momento en el que ya estamos, desde el encierro, trazando las estrategias que necesitamos para salir adelante.

  • Se generan emociones de disfrutar con lo que tengo
  • Sin bloqueos por el miedo
  • Con aceptación

¿Cómo trabajarnos esta actitud positiva?

1.- Lo primero que debemos hacer es tomar conciencia de qué actitud tenemos ante la vida. Si somos una persona con una visión catastrofista, negativa o sencillamente, nos encontramos sumidos en una sensación de miedo que nos tiene bloqueados, debemos poner en marcha el siguiente proceso para cambiar este hábito de pensamiento:

  • Aceptar: Para no mantenernos en lucha continua contra esta situación que ha venido para quedarse.
  • Hacer solo lo que dependa de mí y no desgastar mi energía en cosas que no me competen.
  • Reflexionar sobre qué aprendo en cada una de las circunstancias en las que me vaya encontrando.
  • Los errores propios, aceptarlos como parte del proceso y no desistir por pensarme incapaz, ni caer en culpar a otros.
  • Ser flexibles, esto hará en nosotros posible la capacidad de cambio.

2.- Imitación: Ahora más que nunca, debes buscar modelos de actuación, personas con capacidad de adaptación para aprender de ellos y sobre los que puedas copiar modelos de cambio.

3.- Rodéate de gente con actitud positiva y aléjate de personas tóxicas que consuman esa energía que ahora tanto necesitas.

Desde el punto de vista de Mindfulness, este trabajo te va ayudar a tomar conciencia de tu actitud y tu flexibilidad para afrontar un momento tan complicado como el que nos ha tocado vivir.

Ahora es el momento de sentarte, de hacerte consciente y de definir esas estrategias de cambio, que tu vida necesita para que esta crisis no termine con tu estabilidad física, económica y emocional. Es el reto más importante al que nos vamos a enfrentar muchas personas en nuestra vida y por lo tanto, es el momento de demostrar, de sacar todo tu potencial para afrontar tu nueva vida.

Tomando conciencia, viviendo en coherencia.

Imagen desarrollada por un grupo de jóvenes murcianos para contagiar actitud positiva; gracias, Antonio Carrión Serrano y amigos.

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