Fomentar en los niños que vivan sus emociones, sin miedo, sean agradables o desagradables, les dará la capacidad para ver y afrontar su propio sufrimiento.
La sobre protección no es saludable. Las personas que no muestras sus emociones o que ni siquiera, son capaces de vivirlas, esconden su propio sufrimiento, negándolo o evadiéndolo. Esto hace que vayan acumulando las emociones que lo acompañan y terminan desarrollando cuadros patológicos asociados a esas emociones como es la ansiedad y la depresión.
Permitir que los niños sufran lo que les corresponde en cada momento de la vida, los hace resilientes y capaces de percibir y afrontar las situaciones difíciles.
Además, debemos recordar, que personas que son incapaces de percibir su propio sufrimiento, son completamente incapaces de percibir el sufrimiento ajeno.
M. José Belando
Qué bonica la imagen de la semana, me encanta..
😏
mamenfd
Siiii, es mi sobrina y me trae un recuerdo maravilloso