Al igual que el año pasado, te invito a que estas fiestas tomes conciencia en las cenas tradicionales. Te toque cenar más solo o más acompañado, te pido que lo hagas de forma consciente.

Si tienes algún familiar cerca, disfruta de la compañía, de la versión de la persona o personas con las que cenas este año, de lo afortunado que eres por tener un techo, una familia, estén o no, una cena y una cama caliente.

Se consciente de que hemos sobrevivido a una de las amenazas más grandes que nos han acechado en nuestra vida y además, la solución está cerca.

Se consciente de tu potencial, de tu capacidad para afrontar las situaciones difíciles, del amor que te rodea y de la suerte que tienes de haber nacido donde has nacido.

Toma conciencia de tu vida y agradece y disfruta cada momento de estas navidades.

La toma de conciencia de nuestra realidad, difumina de un plumazo toda intención de nuestra cabeza de victimizarnos o quejarnos de cosas banales y superfluas de las que solemos quejarnos.

La gratitud es uno de los ejercicios más potentes para superar la tristeza, utilízalo si lo necesitas.