Esta semana solo puedo proponerte abordar una conversación con asertividad allá donde notes que no es precisamente tu tendencia.
Piensa en una de las personas o situaciones donde se te dispara alguna de las conductas comentadas alejadas de un comportamiento asertivo.
Piensa por qué, de donde te puede venir esto, hazte la meditación de la asertividad propuesta y tras esto, planea esa conversación.
Marca una estrategia por escrito, frases clave, posibles actuaciones del otro, sentimientos y sensaciones esperados o habituales y manda bien lejos esas creencias y estados automáticos para dar el primer paso hacia el cambio.
Tras la conversación, vuelve a tu cuaderno y analiza qué ha ocurrido. No te juzgues y sobre todo, aprende de lo que haya salido bien y de lo que no haya salido como querías.