Esta semana te propongo un ejercicio muy bonito de forma diaria.
Cada mañana o noche, cuando te apetezca, escribe sobre lo mejor que te ha pasado del día que termina. Tras esto, intenta pensar en lo peor también.
Una vez contextualizados los hechos mejores y peores de tu día, haz un balance de tu presente y si es posible, compáralo con alguna de las épocas de tu vida, la que elijas de tu pasado. En ella, piensa en alguno de tus días cotidianos y sopesa también lo mejor con lo peor de un día cualquiera.
Verás que nuestro pasado, no difiere mucho de nuestro presente en el día a día aunque nuestras circunstancias sean profundamente diferentes. Cada día, ocurren cosas porque estamos vivos y cada día, cosas preciosas y cosas malas pasan, sin embargo, ninguna de ellas definen nuestra vida ni a nosotros, tan solo, es la vida.
Vivir el presente nos permite tomar esa oportunidad diaria que la vida nos da para VIVIR Y CRECER.
Que lo disfrutes.