Esta semana te propongo un trabajo muy sencillo pero que debes hacer con mucha tranquilidad y humildad.
Siéntate delante del papel, sin prisa y escribe al menos, tres cosas que sueles hacer y que te hacen sentir culpa, no te vayas a cosas muy profundas que hiciste en el pasado, en tus rutinas normales. Por ejemplo: el famoso montón de plancha que te mira y tu lo miras a él.
Detrás de esa acción, intenta localizar tu creencia. Puedes ir a tu infancia o tu adolescencia y localizar a ese padre, madre, educador, familiar que te transmitió esa creencia.
Ahora analiza tu vida ACTUAL. ¿Por qué actúas así? ¿por qué no lo haces? puede ser porque sientes que pierdes mucho tiempo, porque ahora no le ves sentido o sencillamente, porque no quieres hacerlo. A partir de localizar el por qué, tenemos que eliminar el sentimiento de culpa porque es algo que nos hace sentir mal por lo tanto, toma decisiones. Actúa para que este comportamiento no te amargue la existencia y elimina esa creencia. Evidentemente, siguiendo con el ejemplo, no puedo decidir no tener ropa que planchar, mis decisiones serán del tipo, delegar para que lo hagan o establecerme una rutina para hacerlo sin que me robe mi tiempo más valioso, por ejemplo el fin de semana.
A veces, pararnos a pensar un minuto, elimina sufrimiento innecesario en nuestras vidas de forma muy significativa.
Suerte!!!