Título: pequeño Pedro
Los niños son grandes maestros de gestión emocional. La naturalidad con la que viven sus emociones hacen que la ira les dure el tiempo necesario para recuperar su equilibrio, ni más, ni menos.
Invita a los niños a vivir sus emociones y no se las reprimas. Necesitamos convivir con todas ellas para no acumular sentimientos negativos que hagan que vayamos amargados y que seamos como una bomba de relojería a punto de explotar.