Coge papel y lápiz y siéntate diez minutos.
Cierra los ojos, respira y ve hacia la nochevieja de justo hace un año, piensa como estaba tu vida, tu familia, tu pareja, tu trabajo, tu estado de ánimo.
Has pasado un año muy intenso, con momentos muy duros, de mucho miedo e incertidumbre, es posible que tu situación personal o laboral haya cambiado, es posible que hayas perdido a alguien.
Escribe sobre este año y todos los sentimientos que te han acompañado.
También te han pasado cosas buenas, haz balance positivo de todo lo que este loco año te ha traído. Una a una, apunta aquellas cosas que te han ayudado a estar más feliz, a crecer personal o profesionalmente, aquellas oportunidades que han surgido.
Tomar conciencia nos hace integrar todo aquello que hemos vivido, sea bueno o malo, con el fin de fijarlo en nuestra historia, en nuestro presente, que nada pase sin pena ni gloria y otro año más digamos que ha pasado volando, que no nos hemos enterado con la sensación de que la vida se nos escapa.
Siéntate, escribe tu historia y no se perderá….