Este Blog tiene una frase que lo identifica «Tomando conciencia, viviendo en coherencia» y esta semana lo voy a utilizar para tomar conciencia de un momento triste y difícil para mi.

La muerte todos sabemos que es algo consustancial con la propia vida y sin embargo, cuando nos toca de cerca sentimos una sensación de ruptura de nuestros pilares más profundos, que nos sume en un desconsuelo muy difícil de asumir.

Esta semana se ha marchado de este mundo una de las personas más importantes de mi vida y de la vida de mis hijos. Felisa, nuestra Feli, nuestra tata se ha marchado demasiado joven, demasiado rápido, casi sin avisar y lo que es más triste, sin que hayamos tenido la oportunidad de despedirnos.

Las despedidas siempre son tristes, sin embargo esta carta de adiós no quiero que lo sea, porque Felisa solo ha aportado amor a nuestras vidas y no es tristeza lo que se merece en este recuerdo final.

Llegaste a nuestra casa temerosa por una gran responsabilidad y terminaste enseñándome mucho de tus valores, del cariño, del esfuerzo, del respeto y de tu infinita paciencia.

Hemos sido un equipo en la tarea más difícil sin duda de mi vida y el resultado, lleva mucho de ti amiga mía, un resultado maravilloso del que te tienes que sentir profundamente orgullosa.

Se dice que todos anhelamos dejar un cierto legado a nuestra marcha de esta vida, pues déjame que te diga que tu dejas un legado muy grande, tanto en mi familia como en la tuya .

Aún incrédula por tu muerte con solo 49 años, aún dolida por este sentimiento de injusticia, aún con el corazón roto por saber que no te voy a volver a ver, solo me queda esperar que el tiempo borre todo esto en pro de los cientos de recuerdos preciosos que tengo tuyos, en nuestra casa, con nuestros niños….

Gracias por tanto querida Feli, gracias….