La semana pasada nos centramos en poner conciencia al principio de nuestro día. Mi propuesta esta semana se va justo al contrario, en el final, ese último momento de tu día cuando decides dormir.
¿ cual es tu ritual? ¿es fijo o cada noche actúas de una forma diferente en función de tu estado de ánimo o de tu actividad?
Me interesa mucho que te centres en tus últimos pensamientos. ¿has conseguido hacer balance positivo de tus días o por el contrario, te atormentas con los aspectos más negativos o las preocupaciones del futuro?
Una vez que te hagas consciente de esto mi propuesta es la siguiente:
Cada día conseguimos cosas, por muy duro que haya podido resultarnos un día, hemos tomado un montón de decisiones y hemos actuado sobre mucho más de lo que podemos imaginar cada día al despertarnos.
Toma conciencia de esto, de tus decisiones, todas y cada una de ellas que han resuelto cada cuestión que se te ha planteado a lo largo del día y te han llevado hasta donde estás ahora.
Algunas de ellas habrán sido acertadas y otras no tanto. De tus peores decisiones, aprende y no te atormentes con las consecuencias y de las mejores, date el valor que tienes.
El silencio y la calma nos permiten ordenar ideas y asentar pensamientos productivos, aprovecha ese momento, ese balance y esa sensación de que «al final del día podemos soportar más de lo que creemos»