Si quieres hacer una práctica informal potente este verano, madruga un poquito y vete a ver algún amanecer.
La salida del sol nos recuerda que el mundo sigue caminando, a pesar de los problemas, de nuestras caídas, de nuestros bloqueos y tristezas. El mundo es impermanente y cada día, todos los días sale el sol, sin excepción.
Cada amanecer es una nueva oportunidad para vivir un día más. No la pierdas…