Título : mi meditador
Esta figura me la regaló mi amigo Guillermo. Me encanta porque me recuerda que la meditación no es un ejercicio idílico, ni fácil. Me recuerda que en mi cabeza hay un caos inmenso y en esa posición pongo orden, coherencia y disciplina.
Este pequeño meditardor me borra las espectativas sobre la meditación y sencillamente, sucede lo que tiene que suceder