Si la vida te da limones, haz limonada….
Una famosa cantante, ha puesto esta frase de manifiesto esta semana y me conecta, con algo que viví el otro día en la charla semanal de Liderar sin amargar.
Hablábamos de lo importante para sentir que estamos en el camino, que perseguimos nuestro propósito en la vida, y que no dejamos de intentar mejorar la versión que tenemos de nosotros mismos y que proyectamos al mundo.
Sin embargo, los alumnos se quejaban del sentimiento de frustración que causan determinadas personas, que a pesar de nuestros esfuerzos, nos traicionan, actúan con mala fe y de forma inconsciente, hacen que construyamos barreras de protección, que nos alejan de ese propósito y de las personas.
Si nosotros tenemos claro lo que queremos y lo que no queremos en la vida, si sabemos el camino que hemos de seguir para vivir en coherencia con lo que sentimos, esas personas son maestros, no enemigos.
Es cierto que sus actos tienen un impacto negativo en nuestras vidas, a nivel económico, emocional o social, sin embargo, no podemos otorgarles el poder de derribar todo lo construido hasta el momento.
Es apasionante vivir sabiendo que cada día, es una oportunidad más para ser una mejor persona, para ayudar a alguien y sobre todo, para construir un legado personal y profesional que le de sentido a nuestra existencia. Esas personas que aparecen y nos perturban, que nos hacen dudar de nuestros propósitos a través de malas acciones, son maestros, que nos van a hacer más fuertes, más resilientes y más listos.
Verter el protagonismo de nuestra vida a las personas que aparecen de forma circunstancial, no tiene demasiado sentido porque el impacto que eso tiene sobre nuestra existencia es mínimo cuando miramos nuestra vida en su totalidad.
Ser consciente y trabajar el no victimizarnos, hace que asumamos nuestras propias responsabilidades ante la dificultad y a estos personajes que aparecen en nuestra vida y que nos hacen sufrir de una forma u otra, les damos el papel que les corresponde, maestros, limones.
Si la vida te da limones, haz limonada.
Tomando conciencia, viviendo en coherencia…