Mi propuesta para esta semana, es que escribas una carta a tus hijos. En ella, no hables de culpas y si, de todo lo que te han aportado, todo lo que han transformado tu vida y a ti como persona.
Centrarnos en lo bueno de la paternidad/maternidad nos borra un poco esa autoexigencia que pretende acompañarnos de por vida.
Que la disfrutes