Mi propuesta para hoy es explorar tu memoria emocional y tomar un tiempo para recordar algunos de los momentos más significativos de tu vida. Puede ser un recuerdo feliz que te haga sonreír o uno doloroso que te haga reflexionar. Permítete sumergirte en esas emociones y pregúntate cómo han influido en quien eres hoy.
Después de reflexionar, considera la posibilidad de escribir una carta a tu yo pasado o futuro, compartiendo tus pensamientos, sentimientos y lecciones aprendidas. También puedes hacer una lista de gratitud, enfocándote en las experiencias y emociones positivas que te han enriquecido.
Recuerda, que nuestra memoria emocional es un tesoro que nos conecta con nuestro ser más profundo. A través de ella, podemos apreciar la complejidad de nuestras vidas y encontrar la sabiduría en cada experiencia vivida.
Que la disfrutes