Esta semana te propongo para la práctica informal de Mindfulness es la siguiente:
Encuentra un momento tranquilo durante tu jornada, puede ser por la mañana, durante tu hora de almuerzo o antes de acostarte por la noche. Apaga cualquier distracción, como tu teléfono o la televisión, y siéntate en un lugar cómodo.
Cierra los ojos suavemente y toma algunas respiraciones profundas para relajarte. Luego, lleva tu atención plenamente al presente, a tu cuerpo y a tu entorno inmediato. Nota las sensaciones físicas, como el contacto de tus pies con el suelo, el peso de tu cuerpo en la silla y cualquier otra sensación que surja.
A continuación, expande tu atención hacia tus sentidos. Observa los sonidos que te rodean, ya sea el zumbido de la nevera, el canto de los pájaros o el susurro del viento. No juzgues los sonidos, simplemente permíteles existir.
Después, lleva tu atención a los olores presentes en el ambiente. ¿Hay algún aroma en particular que puedas percibir? Sé consciente de los diferentes olores que puedas notar, ya sean agradables o no.
Continúa con tu sentido del tacto. Puedes fijarte en la textura de la ropa que llevas puesta, la sensación del aire fresco en tu piel o cualquier otra sensación táctil que puedas experimentar en ese momento.
Por último, abre lentamente los ojos y dirige tu mirada hacia tu entorno. Observa los colores, las formas y los detalles a tu alrededor. No necesitas juzgar ni analizar lo que ves, simplemente obsérvalo con una mente abierta.
A medida que realizas esta práctica, recuerda que el objetivo es estar presente en el momento actual y observar con curiosidad y aceptación. Si tu mente se dispersa, suavemente trae tu atención de regreso a tus sentidos y al presente.