Esta semana me la ha inspirado una reflexión que nos hizo uno de los internos de prisión. Tras la meditación para calmar la ansiedad, donde visualizamos nuestro cuerpo como un árbol, uno de ellos se visualizó como un árbol enraizado a una roca, sin tierra, sin alimento, sin vegetación, solo roca y bajo ella, sus raíces habían anclado la consistencia de su tronco.
En esta vida, pasamos momentos donde debajo de nosotros, solo hay roca, perdemos los referentes, la vida se desmorona, todo los que nos sostiene desaparece y sin embargo, quedan las rocas para sujetarnos a ellas, a una estructura inerte, carente de vida pero dura y fuerte, ayudándonos a sobrevivir.
Salir de las convicciones cerradas, nos abre los ojos a todo lo que nos rodea y desde ahí, podemos desplegar nuestro potencial, que es mayor de lo que pensamos…
Si te apetece trabajar sobre esto, te invito como siempre a hacerlo desde:
- Post semanal
- Práctica formal
- Práctica informal
- Noticias y enlaces de interés
- Instrucciones para tu diario de Mindfulness
- Imagen de la semana