Post semanal

14 enero 2024

Falta de concentración, tristeza generalizada, pérdida de salud mental, ansiedad, aspectos que cada día preocupan más a nuestra sociedad y que nuestra forma de vivir, nos afecta muchísimo para que cada día, el malestar se expanda de forma más evidente en nuestras vidas.

Pertenecemos a una sociedad donde cada vez nos cuesta más ir despacio o aburrirnos. El contacto con nuestros sentimientos, nos genera un malestar profundo, por ser un instante donde nos encontramos con nosotros, donde nuestra mente puede parar y evaluar su estado de salud y no tengo claro, si por la gran sensibilidad que ahora respiramos hacia la salud mental, o por ese objetivo vital absurdo de que todo esté bien siempre, nos incomoda muchísimo.

El sueño es una parte fundamental nuestro ciclo vital diario. Aunque la ciencia sigue aprendiendo sobre las funciones e importancia del sueño, ya sabemos muchas cosas. El sueño tiene diferentes fases y éstas se relacionan con la limpieza del sistema nervioso. Los residuos del funcionamiento del cerebro de forma diaria, deben ser eliminados durante la función del sueño. Si esto no sucede, afecta a todo nuestro organismo de forma muy negativa y además, estos residuos que se acumulan en el cerebro, provocan que nuestras neuronas no funcionen bien y esto afecta a nuestro organismo de forma crucial.

Por otro lado, la función de sueño, se sabe que actúa en la regeneración de los tejidos, la recuperación de nuestra energía , para regular la temperatura corporal que es fundamental para nuestros biorritmos.

El cuerpo vive en un nivel de tensión constante y todo nuestro organismo se ve afectado, aunque el impacto mayor, va hacia la salud mental. Ansiedad, depresión, psicopatías más importantes y enfermedades cardiacas.

No hay un tiempo determinado como óptimo de horas de sueño, pero la ciencia nos cuenta que aproximadamente un sueño de 7 a 7,5 horas parece adecuado para la mayoría de la población.

Es importante saber que el sueño no es recuperable y si un día dormimos 3 horas, dormir 12 horas al día siguiente no sirve para que el cerebro recupere.

Necesitamos construir un ritual para inducir a nuestro cuerpo a dormir mejor.

Lo primero es la importancia de la actividad física durante el día. Somos una sociedad muy sedentaria y no gastamos la energía suficiente para llegar cansados a la noche y que nuestro cuerpo demande ese descanso.

La luz es crucial ya que nuestro cerebro, entiende que es hora de dormir cuando no hay luz, pero nuestra forma de vida actual, está llena de estímulos lumínicos durante las horas previas a irnos a dormir. Debemos intentar reducir estos estímulos para recuperar horas de sueño de calidad.

La reducción de ingesta de cafeína es importante a partir de las 5 de la tarde. Además, es interesante saber que al despertar por la mañana, tenemos un pico de cortisol natural que nos va a despertar y no necesitamos de esta cafeína para arrancar el día. Es muy beneficioso movernos como primera actividad, si es al aire libre mucho mejor y podemos tomar el café algo más tarde para que nos ayude a activarnos cuando ya no tenemos ese pico de cortisol.

Una rutina recomendable es, no comer nada al menos dos horas antes de dormir, luces suaves y si son bajas, mejor. Una ducha caliente hace que liberemos calor, nuestro cuerpo se enfríe y el cerebro entienda que es hora de dormir.

Nuestra calidad de sueño, influye en la elección de comida que hacemos posteriormente y hace que tengamos necesidad de alimentos ricos en azúcares e hidratos de carbono.

La meditación puede ser una herramienta muy interesante para ayudarnos a mejorar nuestra calidad de sueño, ya que tiene un efecto relajante muy importante. Aunque el objetivo de la práctica meditativa no es dormir, podemos aprovechar este efecto para conciliar el sueño de forma más fácil.

Lo más importante es que tomemos conciencia de nuestra calidad del sueño y sin victimizarnos ni quejarnos de forma permanente, responsabilizarnos personalmente de los cambios rituales que hemos de hacer para mejorarlo. En caso de imposibilidad, debemos acudir a un profesional para que se descarten patologías que afectan directamente a nuestra calidad de sueño.

Dormir es salud física y mental, dormir es vida.

Tomando conciencia, viviendo en coherencia…

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