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Honorable audiencia, distinguidos invitados, compatriotas y amigos,

Hoy, nos encontramos aquí no solo como testigos de un momento histórico, sino como arquitectos del futuro de nuestra nación. Estamos reunidos para abordar un tema de profunda trascendencia: el perdón.

La historia de nuestra nación ha sido marcada por décadas de dolor, sufrimiento y segregación. El apartheid dividió a nuestra gente, sembrando la discordia y cultivando la desconfianza entre hermanos y hermanas. Fueron años de oscuridad, donde la injusticia y la opresión fueron la norma.

Hoy, al mirar hacia atrás, nos damos cuenta de que el camino hacia la reconciliación y la paz no puede ser pavimentado con rencor y venganza. La verdadera grandeza de una nación radica en su capacidad para perdonar y avanzar hacia la luz, incluso cuando las sombras del pasado persisten.

En mi corazón, guardo el recuerdo de los días en que la cárcel fue mi hogar. No guardo rencor hacia aquellos que me encarcelaron injustamente. Por el contrario, el perdón se ha convertido en la fuerza que guía mi camino. No es una señal de debilidad, sino un testimonio de la fortaleza del espíritu humano.

El perdón no es olvido, ni es rendición ante la injusticia. Es un acto de liberación, una decisión consciente de dejar atrás las cadenas del odio que amenazan con aprisionar nuestras almas. El perdón es un faro que ilumina el sendero hacia la reconciliación, la sanación y, en última instancia, la construcción de una nación unida.

Hoy, hago un llamado a todos los sudafricanos, independientemente de su origen, a abrazar el perdón. Es nuestro deber colectivo construir puentes en lugar de muros, superar la amargura con compasión y trabajar juntos para forjar un futuro donde la igualdad y la justicia prevalezcan.

En este viaje hacia la reconciliación, cada uno de nosotros tiene un papel vital que desempeñar. No subestimemos el poder transformador del perdón para sanar nuestras heridas colectivas y construir una sociedad basada en la dignidad y el respeto mutuo.

Que este día sea recordado no solo como el día en que dejamos atrás el pasado, sino como el día en que abrazamos el poder del perdón para dar forma a un mañana más brillante para todos los sudafricanos.

Gracias, que la paz y la reconciliación guíen nuestro camino.»

Nelson Mandela