A veces, nos cuesta mucho poder ser amables con quien ejerce hostilidad gratuíta contra nosotros.
Elige a una de esas personas que consideras tóxicas en tu vida.
Un buen paso previo, se sentarte delante de tu diario, y escribir una carta llena de compasión hacia esa persona. Cuéntale como te hace sentir, cómo crees que se siente, que sufrimientos arrastra y sobre todo, cuéntale que a partir de ese momento, vas a pelear en su contra a base de afecto y amabilidad. Es una forma de naturalizar lo que luego tengas que hacer en la vida real.
Suerte